Todos los propietarios de piscinas privadas conocen perfectamente, y en propia piel, la problemática que representa limpiar manualmente su piscina. Se trata, sin lugar a dudas, de un trabajo arduo, pesado, constante y que roba muchas horas del merecido ocio y descanso del fin de semana, de las vacaciones y del disfrute de la piscina.
Actualmente en el mercado nacional existe una completísima gama de limpiafondos automáticos para piscinas con distintas y variadas prestaciones, funcionamiento, equipamiento y, evidentemente, con precios asequibles para todo el mundo. Para saber cuál es el aparato más acorde con una piscina hay que tener en cuenta varios factores. En primer lugar hay que considerar las dimensiones, la forma y la profundidad y el tipo constructivo de la piscina, si es de hormigón, poliéster, liner o de paneles. Otra variable importante es el tipo de revestimiento del fondo y paredes, y la existencia o no de escalones o escaleras sumergidas y de accesorios empotrados en el vaso.
Si aún no se ha construido la piscina, es muy importante prever e incluir en el plano general y en el esquema técnico, las conexiones para futuras instalaciones de limpiafondos automáticos y así evitar las obras de canalización que requieren algunos modelos.
Las distintas tecnologías aplicadas en el diseño y en la concepción de los limpiafondos determinan la existencia de tres tipos de aparatos en función de la energía necesaria para su funcionamiento: dos tipos -por aspiración y por presión- utilizan la energía del sistema de depuración, mientras que los eléctricos deben conectarse a la red eléctrica o están provistos de baterías.
Aspiración
La energía necesaria para el funcionamiento del aparato proviene del sistema general de depuración de la piscina. Para ello, el robot debe conectarse o bien al skimmer, o a la toma especial de limpiafondos.
La potencia suministrada por la bomba del sistema permite realizar tres acciones distintas: el desplazamiento automático por la piscina; crear la aspiración necesaria para eliminar hojas, suciedad e impurezas presentes en el agua y finalmente, su conducción hasta el pre-filtro de la bomba, donde quedan retenidas.
Presión
Para un óptimo funcionamiento, la energía necesaria proviene grácias a una bomba adicional (bomba de impulsión). Al igual que los limpiafondos por aspiración, estos también deben conectarse a la toma de aspiración. El agua a presión creada por la bomba de impulsión se canaliza hasta la toma de limpiafondos (mediante un by-pass realizado en las instalaciones hidráulicas), donde se conecta el aparato.
Están equipados con bolsas filtrantes que retienen las impurezas sólidas, evitando que lleguen al prefiltro de la bomba.
Eléctricos
Este tipo de limpiafondos automáticos no necesitan conectarse al sistema de depuración de la piscina ya que son totalmente autónomos y programables. Su funcionamiento es eléctrico, a baja tensión de 12 ó 24 Voltios- según especifica la legislación vigente – que se consigue utilizando un transformador.
Se desplazan sobre ruedas u orugas por el fondo, paredes y superficie de la piscina en ciclos de limpieza pre-programados. La suciedad se acumula en la bolsa filtrante, que periódicamente debe vaciarse y lavarse.
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